Hace ya casi 15 días que me fui de Italia en coche, y todavía no he podido olvidar una de las paradas más emocionantes que he hecho en mi vida.

Antonio Machado está enterrado en el cementerio de Collioure y es un punto de referencia para muchos españoles que amamos la poesía y odiamos las guerras.
La tumba tiene la bandera republicana porque Machado era un defensor de la República, y constantemente la gente le lleva flores, poemas y recuerdos.
Os dejo uno de los poemas más significativos de Machado: Cantares.
Cantares...
Todo pasa y todo queda,
pero lo nuestro es pasar,
pasar haciendo caminos,
caminos sobre la mar.
Nunca perseguí la gloria,
ni dejar en la memoria
de los hombres mi canción;
yo amo los mundos sutiles,
ingrávidos y gentiles,
como pompas de jabón.
Me gusta verlos pintarse
de sol y grana, volar
bajo el cielo azul, temblar
súbitamente y quebrarse...
Nunca perseguí la gloria.
Caminante, son tus huellas
el camino y nada más;
caminante, no hay camino,
se hace camino al andar.
Al andar se hace camino
y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar.
Caminante no hay camino
sino estelas en la mar...
Hace algún tiempo en ese lugar donde
hoy los bosques se visten de espinos
se oyó la voz de un poeta gritar:
«Caminante no hay camino,
se hace camino al andar...»
Golpe a golpe, verso a verso...
Murió el poeta lejos del hogar.
Le cubre el polvo de un país vecino.
Al alejarse le vieron llorar.
«Caminante no hay camino,
se hace camino al andar...»
Golpe a golpe, verso a verso...
Cuando el jilguero no puede cantar,
cuando el poeta es un peregrino,
cuando de nada nos sirve rezar.
«Caminante no hay camino,
se hace camino al andar...»
Golpe a golpe, verso a verso.
Antonio Machado
Os dejo también la versión que el cantautor Joan Manuel Serrat hizo hace muuuchos años sobre este poema y que muchos consideran un himno emocionante:
Todo pasa y todo queda,
pero lo nuestro es pasar,
pasar haciendo caminos,
caminos sobre la mar.
Nunca perseguí la gloria,
ni dejar en la memoria
de los hombres mi canción;
yo amo los mundos sutiles,
ingrávidos y gentiles,
como pompas de jabón.
Me gusta verlos pintarse
de sol y grana, volar
bajo el cielo azul, temblar
súbitamente y quebrarse...
Nunca perseguí la gloria.
Caminante, son tus huellas
el camino y nada más;
caminante, no hay camino,
se hace camino al andar.
Al andar se hace camino
y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar.
Caminante no hay camino
sino estelas en la mar...
Hace algún tiempo en ese lugar donde
hoy los bosques se visten de espinos
se oyó la voz de un poeta gritar:
«Caminante no hay camino,
se hace camino al andar...»
Golpe a golpe, verso a verso...
Murió el poeta lejos del hogar.
Le cubre el polvo de un país vecino.
Al alejarse le vieron llorar.
«Caminante no hay camino,
se hace camino al andar...»
Golpe a golpe, verso a verso...
Cuando el jilguero no puede cantar,
cuando el poeta es un peregrino,
cuando de nada nos sirve rezar.
«Caminante no hay camino,
se hace camino al andar...»
Golpe a golpe, verso a verso.
Antonio Machado
Os dejo también la versión que el cantautor Joan Manuel Serrat hizo hace muuuchos años sobre este poema y que muchos consideran un himno emocionante:
Canzoni...
Tutto passa e tutto resta,
però il nostro è passare,
passare facendo sentieri,
sentieri sul mare.
Mai cercai la gloria,
né di lasciare alla memoria
degli uomini il mio canto,
io amo i mondi delicati,
lievi e gentili,
come bolle di sapone.
Mi piace vederle dipingersi
di sole e scarlatto, volare
sotto il cielo azzurro,
tremare improvvisamente e disintegrarsi...
Mai cercai la gloria.
Viandante, sono le tue orme
il sentiero e niente più;
viandante, non esiste il sentiero,
il sentiero si fa camminando.
Camminando si fa il sentiero
e girando indietro
lo sguardo si vede il sentiero
che mai più si tornerà a calpestare.
Viandante non esiste il sentiero, ma solamente scie nel mare...
Un tempo in questo luogo dove
ora i boschi si vestono di spine,
si udì la voce di un poeta gridare
«Viandante non esiste il sentiero,
il sentiero si fa camminando...»
Colpo dopo colpo, verso dopo verso...
Il poeta morì lontano dal focolare.
Lo copre la polvere di un paese vicino. Allontanandosi lo viderono piangere. «Viandante non esiste il sentiero, il sentiero si fa camminando...» Colpo dopo colpo, verso dopo verso...
Quando il cardellino non può cantare. Quando il poeta è un pellegrino,
quando non serve a nulla pregare.
«Viandante non esiste il sentiero, il sentiero si fa camminando...»
Colpo dopo colpo, verso dopo verso.
Antonio Machado
Tutto passa e tutto resta,
però il nostro è passare,
passare facendo sentieri,
sentieri sul mare.
Mai cercai la gloria,
né di lasciare alla memoria
degli uomini il mio canto,
io amo i mondi delicati,
lievi e gentili,
come bolle di sapone.
Mi piace vederle dipingersi
di sole e scarlatto, volare
sotto il cielo azzurro,
tremare improvvisamente e disintegrarsi...
Mai cercai la gloria.
Viandante, sono le tue orme
il sentiero e niente più;
viandante, non esiste il sentiero,
il sentiero si fa camminando.
Camminando si fa il sentiero
e girando indietro
lo sguardo si vede il sentiero
che mai più si tornerà a calpestare.
Viandante non esiste il sentiero, ma solamente scie nel mare...
Un tempo in questo luogo dove
ora i boschi si vestono di spine,
si udì la voce di un poeta gridare
«Viandante non esiste il sentiero,
il sentiero si fa camminando...»
Colpo dopo colpo, verso dopo verso...
Il poeta morì lontano dal focolare.
Lo copre la polvere di un paese vicino. Allontanandosi lo viderono piangere. «Viandante non esiste il sentiero, il sentiero si fa camminando...» Colpo dopo colpo, verso dopo verso...
Quando il cardellino non può cantare. Quando il poeta è un pellegrino,
quando non serve a nulla pregare.
«Viandante non esiste il sentiero, il sentiero si fa camminando...»
Colpo dopo colpo, verso dopo verso.
Antonio Machado
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